Petroleo y proyección geopolítica en Oriente Medio

26.08.2020 17:22

Petroleo y proyección geopolítica en Oriente Medio

En la década del ´70 y en los años ochenta del siglo XX, un pequeño incidente de tipo bélico en Oriente Medio terminaba generando un alza en el precio del barril de petróleo. Ahora la situación es distinta. Nuevos actores están en juego en el escenario, y además EEUU la primera potencia del mundo ha garantizado su abastecimiento.

EEUU posee cavernas en las zonas costeras de Luisiana y Texas, donde almacena millones de barriles. Parte de ese almacenamiento fueron utilizados por orden de Donal Trump, para amortiguar cualquier tipo de crisis, luego de los ataques con drones a las refinerías Aramco en Arabia Saudita, acciones militares realizadas por los huthies del Yemen, grupo aliado al régimen teocrático de Irán.

El ataque redujo por unos días una caída del 40% de la producción de Aramco, y esto implicó una subida del 15% el valor del precio del barril en el mercado. En otros tiempos una inestabilidad de estas características hubiera generado una catástrofe en el precio del hidrocarburo.  

Nuevos actores en el escenario que es asiento de las principales reservas de petróleo en el mundo. En este caso Rusia que, desde hace unos años aunque suene un poco extraño, viene acercándose a las posiciones sauditas en materia de hidrocarburo.

El príncipe Abdulazis Ben Salman ministro de energía del reino saudita en relación a la alianza con Putin en el mercado de referencia, dijo “ahora tenemos una nueva familia” en otro párrafo remato “y muy pronto celebraremos el acta que continuará uniéndonos hasta que la muerte nos separe” (BBC News Mundo 11 de sep.2019)

Esto que parece una declaración amorosa del ministro saudita para con los rusos, estas manifestaciones de uno de los príncipes heredero de la corona en ese reino, nos da una idea del pragmatismo existentes en estas realidades, una situación que rompe cualquier esquema tradicional del infantilismo precario de algunos que piensan con un formato rígido, y que no les permite ver como se cruzan intereses geopolíticos en escenarios bastantes estrechos.

EEUU en Yemen hace una década castigaba duramente en ese país a las fuerzas de Al Qaeda. En los últimos tiempos, en esa región del sur de la Península de Arabia, la alianza que lidera el reino Saudita contra las fuerzas Huthies, recordamos aliados a Irán, tiene como protagonistas entre otros grupos, a los militantes de Al Qaeda. La alianza liderada por los saudíes recibe el apoyo logístico de EEUU. Como vemos en este sitio el Pentágono colabora con los mismos insurgentes que en otra región, por ejemplo, en el norte de Siria combate con fuerza.

En relación al petróleo, en estos días en la belicosa Libia el primer ministro Fayed Sarraj, representante del Gobierno de Unidad Nacional, solicito una tregua para posibilitar el bombeo de hidrocarburo de los yacimientos que están muy cerca de las zonas de combate.

Sarraj representa al gobierno que es reconocido por varios países en el mundo, aunque esta situación de revista no le da demasiada legitimidad, sigue operando al oeste del país recibiendo apoyo de Turquía, Qatar y cientos de mercenarios de origen sirio reclutados por el gobierno de Tayip Erdogan.

Del otro lado de la trinchera el mariscal Jalifa Jaftar, recibe el auxilio de la camarilla militarista oligárquica que gobierna Egipto, además de la asistencia de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y centenares de mercenarios rusos.

Como vamos observando se mezclan protagonistas en diversos escenarios, que tienen papeles o actuaciones distintas, ajustadas a la hoja de ruta desprendidas de los asimétricos tiempos y estados de los mismos actores. Los proyectos geopolíticos de algunos países y potencias pueden estar alineados transitoriamente, y en algunos casos estas cuestiones no son admitidas en el análisis de aquellos que utilizan categorías muy precarias, y finalmente terminan esbozando erróneamente síntesis que ubican a las monarquías en el Mundo Árabe, operando  juntas en todos los frentes,  las que tienen como aliado imperecedero a Washington.  Son los mismos que creen que la oligarquía clerical persa está en las antípodas del estado sionista.

 NAS