ECOS DE LAS EXPLOSIONES EN BEIRUT
ECOS DE LAS EXPLOSIONES EN BEIRUT
Uno de los acontecimientos importantes en los últimos días, y que realmente nos pide que
abordemos el análisis con prudencia, tiene relación con las poderosas explosiones producidas
en Beirut, y que produjo las muertes de más 180 personas y cerca de 7000 heridos, además de
las pérdidas de las infraestructuras portuaria y urbana evaluada en más de 30000 millones de
dólares.
Mientras nos introducimos en la reflexión sobre la tragedia libanesa, atendemos un detalle
muy especial relacionado a la situación del Hezbollah, estructura político y militar que tiene
bajo su control todos los aeropuertos y puertos en el Líbano. Como bien afirman fuentes
confiables de Oriente Medio, es la única organización que controla todas las salidas marítimas
y aéreas en el país de los cedros, luego es responsable de la seguridad de esos espacios, y en
este caso de la existencia de un depósito tan grande de nitrato de amonio y otros materiales
explosivos peligrosos.
Esta situación no le quita seguramente ninguna responsabilidad a Israel, en el caso que se
confirme que este estado haya incursionado militarmente en esa zona peligrosa del puerto.
Seguramente la inteligencia israelí tenía conocimiento que una acción bélica de esa
envergadura, generaría un impacto colateral en la población civil inocente, como asimismo en
la estructura urbana.
A todas las dificultades económicas que atraviesa el Líbano, ahora se adhiere también este
hecho trágico que agudiza mucho más las contradicciones internas en la sociedad libanesa. Las
movilizaciones callejeras en Beirut, Sidón, Trípoli, Baalbek y otros distritos del país, reclaman
la salida de los funcionarios del ejecutivo y critican con dureza a los legisladores.
Debemos aclarar que Hezbollah también forma parte de esa conducción cuestionada en
Líbano, porque participó en la elección de las autoridades en una verdadera y retorcida alianza
que hoy muestra los frutos putrefactos que están arruinando la región. En este caso se hace
mención a esa mixtura de intereses que representa a un sector de los partidos de filiación
maronita que promocionaron al presidente Michel Aún, con la anuencia de grupos políticos
sunnitas que aportaron al primer ministro Hassan Diab y finalmente la participación del
Hezbollah, artífice esencial de la "troica", la tercera pata de la alianza.
Es cierto que casi en todas las ocasiones las mesas se sostienen o mantienen estabilidad con
cuatro soportes o patas. Quizá el contubernio de las estructuras políticas maronitas, sunnitas
y chiitas, no alcanza para sostener un Líbano estable, seguro y unido con pautas democráticas,
y especialmente con una alternativa que supere la estructura institucional confesional, que
esboza la representatividad de distintos sectores religiosos en la conducción del país.
Líbano, paraíso de las inversiones de las oligarquías que gobiernan Siria, de los dinerillos de la
corruptela que conduce Irak desde la ocupación en 2003, de los dividendos de las
"petromonarquías", la "Suiza de Oriente Medio" en distintos segmentos de la historia ha
estado mixturada por guerras civiles, largas ocupaciones o intervenciones de países vecinos, o
bien en estos días por la existencia de un Estado dentro de otro Estado, en este caso la
referencia obligada es Hezbollah.
cos de las explosiones en Beirut
Uno de los acontecimientos importantes en los últimos días, y que realmente nos pide que
abordemos el análisis con prudencia, tiene relación con las poderosas explosiones producidas
en Beirut, y que produjo las muertes de más 180 personas y cerca de 7000 heridos, además de
las pérdidas de las infraestructuras portuaria y urbana evaluada en más de 30000 millones de
dólares.
Mientras nos introducimos en la reflexión sobre la tragedia libanesa, atendemos un detalle
muy especial relacionado a la situación del Hezbollah, estructura político y militar que tiene
bajo su control todos los aeropuertos y puertos en el Líbano. Como bien afirman fuentes
confiables de Oriente Medio, es la única organización que controla todas las salidas marítimas
y aéreas en el país de los cedros, luego es responsable de la seguridad de esos espacios, y en
este caso de la existencia de un depósito tan grande de nitrato de amonio y otros materiales
explosivos peligrosos.
Esta situación no le quita seguramente ninguna responsabilidad a Israel, en el caso que se
confirme que este estado haya incursionado militarmente en esa zona peligrosa del puerto.
Seguramente la inteligencia israelí tenía conocimiento que una acción bélica de esa
envergadura, generaría un impacto colateral en la población civil inocente, como asimismo en
la estructura urbana.
A todas las dificultades económicas que atraviesa el Líbano, ahora se adhiere también este
hecho trágico que agudiza mucho más las contradicciones internas en la sociedad libanesa. Las
movilizaciones callejeras en Beirut, Sidón, Trípoli, Baalbek y otros distritos del país, reclaman
la salida de los funcionarios del ejecutivo y critican con dureza a los legisladores.
Debemos aclarar que Hezbollah también forma parte de esa conducción cuestionada en
Líbano, porque participó en la elección de las autoridades en una verdadera y retorcida alianza
que hoy muestra los frutos putrefactos que están arruinando la región. En este caso se hace
mención a esa mixtura de intereses que representa a un sector de los partidos de filiación
maronita que promocionaron al presidente Michel Aún, con la anuencia de grupos políticos
sunnitas que aportaron al primer ministro Hassan Diab y finalmente la participación del
Hezbollah, artífice esencial de la "troica", la tercera pata de la alianza.
Es cierto que casi en todas las ocasiones las mesas se sostienen o mantienen estabilidad con
cuatro soportes o patas. Quizá el contubernio de las estructuras políticas maronitas, sunnitas
y chiitas, no alcanza para sostener un Líbano estable, seguro y unido con pautas democráticas,
y especialmente con una alternativa que supere la estructura institucional confesional, que
esboza la representatividad de distintos sectores religiosos en la conducción del país.
Líbano, paraíso de las inversiones de las oligarquías que gobiernan Siria, de los dinerillos de la
corruptela que conduce Irak desde la ocupación en 2003, de los dividendos de las
"petromonarquías", la "Suiza de Oriente Medio" en distintos segmentos de la historia ha
estado mixturada por guerras civiles, largas ocupaciones o intervenciones de países vecinos, o
bien en estos días por la existencia de un "Estado dentro de otro Estado", en este caso la
referencia obligada es Hezbollah.