EEUU, Israel e Irán: simbiosis que afecta al Mundo Áraba

06.08.2015 09:26

EEUU, ISRAEL E IRÁN: SIMBIÓSIS QUE AFECTA AL MUNDO ÁRABE

Fuente de datos para el análisis: alshimandagah.com

Olvidemos por un instante la retórica ardiente de Washington e Israel sobre Irán. Detengamos a evaluar los temas en común entre Teherán, Tel Aviv  y el Pentágono. Quizá no escapen en la hoja de ruta del trío, controlar el Mundo Árabe y, evitar que se unan los estados que lo integran en torno a un programa de desarrollo sostenido en todos los ámbitos.

Los esfuerzos de la aristocracia religiosa persa en posesionarse al lado de los árabes, con un claro “mensaje antimperialista y antisionista”, solo pretende camuflar las verdaderas intenciones retorcidas, orientadas al sometimiento y ocupación de territorios árabes.

Si hablamos de rivalidad entre árabes y persas, podemos fijar fecha en tiempos de la islamización de la antigua Persia, en el siglo VII de nuestra era. Sin embargo algunos antecedentes anteriores, nos pueden dar como momentos referenciales la era precrisitana, cuando las civilizaciones que forjaron la identidad de los pueblos del Creciente Fértil, se enfrentaron al dominio persa en la Mesopotamia.

La dirigencia teocrática de Irán con vocación colonial, que levanta las banderas  islámicas en un intento de liderar al mundo islámico, considera en su propio país la tradicional fiesta del año nuevo con impronta zoroatrista (fenómeno religioso preislámico), el Norouz, como una de las fechas de mayor transcendencia en el calendario. ¿Curioso…verdad? No se trata de una apertura  sincera el plano cultural. Forma parte del nacionalismo persa, que no reniega de ninguna de las tradiciones que forjaron su inspiración imperial, ya sea de la era precristiana o preislámica (entre los siglos I y VII de la era de Cristo).

En los planes de la dirigencia sectaria chiita ligadas a Teherán, está inserto terminar con la jerarquía y gravitación religiosa de la ciudad iraquí de Nayaf, trasladando sus preferencias hacia el sitio de formación de cuadros religiosos ubicado en el distrito de Qon en Irán.

Si los persas fermentados en las aspiraciones coloniales, fueran verdaderos amigos de los árabes: ¿porque prohíben hablar el árabe, la lengua del Profeta Mahoma, a los ciudadanos que viven bajo la ocupación en la región de  Al Ahuaz?. ¿Porque impiden  la construcción de mezquitas suníes, en cambio habilitan la construcción de sinagogas?

Son conocidas las acciones del gobierno iraní relacionadas a los procesos de aculturación y deculturación, cuyas víctimas son las poblaciones árabes de la región conocida en la historia como Arabestán (Al Ahuaz), donde los lugareños y autóctonos tienen vedado dar nombres árabes a sus hijos, usar las ropas típicas y cantar sus canciones patrióticas.

Hay que recordar también que Teherán sigue ocupando las islas pertenecientes a los  Emiratos Árabes Unidos (Gran Tamb, Pequeña Tamb y Abu Musa),  tiene reivindicaciones territoriales sobre  Bahrein, ha sometido a una terrible crisis social, económica y política a Irak y, además pretende meter sus garfios coloniales en Yemen (alimentando las contradicciones internas en esa región)…. ¡Con amigos como estos!, ¿quién necesita enemigos?

Las negociaciones entre Israel, los EE.UU. y los dirigentes persas se remontan al reinado de Reza Pavlevi. Eran  tiempos en que el petróleo iraní fluía a Israel, y a su vez el estado judío suministraba a Irán conocimientos tecnológicos, plantas de ensamblaje de misiles y entrenamiento militar. Irán incluso suministraba a Israel detalles de la planificación militar de Gamal Abdel Nasser, informaciones obtenidas por la inteligencia persa.

Después de la revolución islámica de 1979, Yasser Arafat fue presionado por el ayatolá Jomeini para que  los palestinos  rechazaran el nacionalismo árabe y volvieran  a sus raíces islámicas. Estaba claro que el imán de los chiitas siempre especuló con el apoyo a la causa palestina. Su objetivo principal era llevar al mundo islámico hacia una posición en favor del panchiismo.

 En 1981, Irán conducida por el jomeinismo, facilitó el ataque de Israel contra el reactor nuclear de Irak con fotografías y mapas de Osirak y, durante los ocho años de larga guerra entre Irán e Irak, los iraníes compraron armas al estado judío con la bendición de la Casa Blanca.

 A principios de 1986 Reagan firmó un memorando secreto que autorizaba la venta de armas estadounidenses a Irán, más tarde conocido como el escándalo Irán-Contra.

Con la firma de los acuerdos de Oslo de 1993, Teherán analizó que su plan para dominar el Mundo Árabe se la escapaba de las manos. Luego comenzó a financiar y armar a grupos  islamistas como Hezbollah y Hamas, no solamente para estropear el proceso de negociaciones, que ponían en evidencia la naturaleza agresiva e intransigente del sionismo, sino también para generar un estado de inestabilidad en el frente unificador de  fuerzas antimperialistas.

Otra nota paradójica: a pesar de estar incluido en 'eje del mal' de George W. Bush, Irán ofreció al Pentágono  ayudar a fortalecer el ejército afgano bajo supervisión de oficiales norteamericanos en el año 2002. Para este propósito el Departamento de Estado inició conversaciones con prominentes figuras políticas iraníes.

Teherán durante la presencia foránea en la Mesopotamia, instó a los chiítas iraquíes no resistir la ocupación liderada por Estados Unidos. Estaba claro que Irak era el principal obstáculo para las pretenciones de Irán sobre los estados del golfo Árabe, ergo era  convenientemente quitar los colmillos del estado laico, conducido por un gobierno nacionalista árabe representado por el “satánico” Saddam.

Luego de la ocupación, Irak fue gobernado por figuras políticas que habían vivido en Irán, alineados a la jerarquía religiosa persa y con el beneplácito de EEUU. Sin darse cuenta, o quizá intencionalmente, Bush gastó miles de millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses y, sacrificó decenas de miles de vidas, sólo para llevar a Irak bajo la esfera de influencia iraní. ¿Curioso…verdad?

Desde Teherán han hecho esfuerzos para lograr algún tipo de afinidad con Washington, con el fin de poder acceder al FMI, ganar influencia en la ONU y lograr el levantamiento de las sanciones económicas. Sin embargo, vale la pena señalar, que las sanciones económicas contra Teherán no han impactado fuertemente en la economía iraní, ciertamente no en comparación con aquellos que paralizó Irak durante trece años y, al mismo tiempo significó la muerte de 500.000 niños iraquíes. En realidad hay que observar que Occidente no ha sido serio y responsable en “disciplinar” a Irán .

Es curioso también que Washington haya sido demasiado suave en las acusaciones sobre el programa de enriquecimiento de uranio de Irán. La resolución del CSNU 2006 no dobló la intransigencia de Irán, y Occidente se ha abstenido de hacer cumplir sus demandas. Esto ha ocurrido en un claro contraste dramático,  en la determinación de castigar a Saddam por sus armas de destrucción masiva inexistentes. ¿Por qué la doble moral?

En las últimas décadas Irán ha endurecido su control sobre Líbano y ampliado su influencia a Siria, Irak y Yemen, así como las minorías en el Golfo Árabe. El derrocamiento de gobiernos árabes ha sido acompañado por una invitación permanentemente  a las organizaciones extremistas y grupos secesionistas, alimentando el conflicto sectario y la guerra civil. Irán repitió su presencia en estos escenarios y, en la consolidación de la oligarquía militarista en Egipto, los buques de guerra iraníes tienen paso libre por el canal de Suez, al tiempo que se fortalecen las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Hace unos años la Cia pasaba información al gobierno libanes (para que este ponga en atención a los posibles damnificados), sobre planes  de acciones terroristas de Al Qaeda a objetivos del grupo proiraní del Hesbo Alah. Bastante inusual esta forma de actuar del organismo de inteligencia de EEUU, sin embargo pone en evidencia la ligazón, en algunos temas, entre el espionaje de Washington e Irán.

Es notable que mientras los EE.UU. dio apoyo de los “revolucionarios” en Túnez, Egipto, Yemen y Siria, y usó su poder aéreo para atacar al régimen libio, su condena a la represión iraní a los activistas antigubernamentales ha sido débil. Siempre fue sospechosa la "enemistad" entre Irán, los EE.UU. e Israel. Si Teherán ha cooperado secretamente con sus enemigos en el pasado, no es descabellado que en estos días esté ocurriendo una repetición de trámites similares.

En cualquier caso, mantener la pretensión de enemistad es una situación favorable para el trío simbiótico. Le da a Israel un pretexto para expandir su arsenal nuclear, de cara a una amenaza existencial iraní. Irán puede utilizar eslóganes anti-israelíes para  aumentar su prestigio entre los musulmanes, mientras EE.UU. tiene una excusa para mantener su presencia militar en el golfo Árabe.

¿Qué pasa si en el futuro, Washington y Tel Aviv forman una alianza similar a la que existía en el momento del Sha? ¿Cómo sería ese impacto sobre la independencia de los estados del golfo Árabe? Es posible que se esté preparando un escenario, en relación al programa nuclear, que acerque  a Occidente muy levemente a Irán.

También es importante entender que el plan nuclear iraní, en caso de estar orientado en el plano militar, no es una verdadera amenaza a Israel. Las verdaderas víctimas del potencial proyecto arsenal atómico persa son los pueblos árabes, especialmente los del golfo Árabe.